domingo, 24 de abril de 2016

Andrómedo Cocoliso (Personas que surgieron del teclado. 3)

Andrómedo Cocoliso nunca llevó bastón, hasta que le dijeron que se parecía a Charlot. Desde ese día, se dejó crecer el bigotito cuadrado. También le aconsejaron que se comprara un bombín, pero él está demasiado orgulloso de su calva como para ocultarla bajo un sombrero. En el agujero de su vieja chaqueta colocó una rosa roja que no le llega nunca a la noche, pues durante la jornada siempre encuentra alguna dama que le enamora y, prometiéndole amor eterno, le entrega la flor. Pero, como por encantamiento, la flor se disipa una vez que abandona su lugar en la chaqueta, de la misma manera que la promesa se olvida y que el amor eterno concluye.
Dicen de él que es enamoradizo y que estuvo, durante décadas, enamorado de una mujer casada y que ese amor terminó el mismo día en que su amada enviudó.

Si conoces alguna cosita más acerca de Andrómedo Cocoliso, él estará contento de que se lo digamos, porque a veces sus recuerdos le fallan y de lo único que se acuerda es de esta breve biografía.

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