viernes, 29 de abril de 2016

Cebolleto Rípido (Personas que surgieron del teclado. 5)

Cebolleto Rípido viene, se sienta a mi lado y me habla, como si nos conociéramos de toda la vida. Pero creo que él no me reconoce.
Acomodado junto a ti, te cuenta sus batallitas. Se pone a hablar y hablar, pero nunca escucha. Para él sólo tiene interés sus cosas, no lo que los demás puedan decir.
Cebolleto Rípido se acuerda de su infancia, de su juventud. De que de jovencito, las jovencitas le llamaban y le reclamaban, quizás porque él siempre respetaba los límites que ellas le imponían. Que algunas se conformaban con un dime que guapa estoy hoy y otras que se callara de una vez y vamos a lo que vamos. Siempre complaciente con todas, todo un caballero.
Cebolleto se sabe de memoria todos los reyes visigodos, la lista de Papas, incluso la alineación de su equipo cuando él, muchos años atrás, iba al fútbol. Pero ahora no recuerda bien dónde vive, es posible que haya olvidado su propio nombre y hace ya tiempo que no se acuerda de tomarse esas pastillitas que seguramente le vendrán bien a esos problemas de memoria que tiene.
Cebolleto, inmerso en lo antiguo, no recuerda lo reciente, y no es consciente de que hay que acompañarlo a la residencia, de que hay que ayudarle a que coma, a que se asee, a que se vista...
Ahora, junto a mí, me habla con esa voz pausada, cansada, y ,a veces, un recuerdo le humedece la mirada.

Si conoces alguna cosita más acerca de Cebolleto Rípido, él estará contento de que se lo digamos, porque a veces sus recuerdos le fallan y de lo único que se acuerda es de esta breve biografía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario